La Comisión de Salud de la Coordinadora de Entidades de Tarragona (CET) pide saber por qué el hospital Joan XXIII de Tarragona no está certificado para recibir vuelos medicalizados nocturnos, como sí lo está el hospital de Sant Joan de Reus y, según el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, también lo estará este año el hospital de la Cinta de Tortosa.
La Comisión se congratula de la puesta en marcha de este servicio médico, que este año han utilizado una cuarentena de pacientes del Camp de Tarragona y de las Terres de l´Ebre y que debe garantizar la equidad en el acceso al sistema sanitario público, reducir los tiempos de traslado interhospitalario de las zonas más alejadas de los hospitales terciarios y mejorar la cobertura sanitaria de zonas periféricas en liberar el recurso terrestre que tenía que hacer el traslado.
Sin embargo, la Comisión recuerda que en determinados casos, el tiempo de respuesta es vital, tales como personas que han sufrido un infarto o un ictus, por poner unos ejemplos.
Según los datos de Salut, en este primer año de servicio de vuelos nocturnos de los helicópteros del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), se ha hecho un promedio de 15 vuelos mensuales, 177 en total. Más de la mitad (51%) corresponde a traslados interhospitalarios y el resto, a asistencias primarias, es decir, sobre el terreno donde se ha producido la emergencia.
Con estos datos, la Comisión quiere saber por qué el hospital de Juan XXIII, el de referencia en la demarcación de Tarragona, no cuenta con un helipuerto certificado por el vuelo nocturno.
La Comisión también está pendiente de saber los datos reales de las listas de espera de la Región Sanitaria del Campo de Tarragona, tal como se comprometió su gerencia con fecha límite este mes de julio.
Finalmente, manifesta, una vez más, su oposición al cierre de camas y de servicios durante los meses de verano.
